Marcelo Vidal, médico del hospital de Añatuya.
Hace unos días tres personas entraron a robarle a Wence Cornejo, anestesista del hospital de Añatuya. Le dispararon al abdomen con un arma de fuego y fue operado de urgencia.
Los supuestos "ladrones" no se llevaron nada. Wence habia denunciado hace unos días junto con Marcelo Vidal una lipoaspiracion que se hizo la administradora del hospital en un operativo de cirugías reparadoras destinado a gente de bajos recursos.
La historia comenzó hace casi un año cuando se comenzó a buscar pacientes que requirieran tratamiento quirúrgico de defectos como labio leporino, malformaciones nasales, de pabellón auricular y otras patologías malformativas. Estas enfermedades causan deformidad y por lo tanto una falta de identidad y todo lo que conlleva el padecer deformidades de rostro, que sólo el que las sufre las reconoce.
Un grupo de profesionales, cirujanos especialistas en cirugía plástica de cabeza y cuello y demás sub especialidades asociadas, originarios de Buenos Aires, llegaron al hospital de Añatuya a operar una larga lista de pacientes desde las 8 de la mañana a las 8 de la noche. Estos profesionales fueron subvencionados por el ninisterio de Salud de la Nación , ya que el de la provincia debe usar sus recursos para las campañas políticas o repartirlos entre sus integrantes, no aporta ni un peso para cubrir en parte al menos las necesidades de salud de la gente pobre.
En esa lista de pacientes se agregó una paciente muy especial, pero debido a que el tiempo de quirófano y humano de los cirujanos se acababa la metieron a ella para ser sometida a una lipo aspiración ya que se veía levemente gordita.
Ella es la administradora del hospital, y con recursos nacionales de insumos y profesionales se hizo una cirugía estética gratis, dejando afuera de la lista a tres pacientes con labio leporino de mas de 25 años de edad cada uno.
Luego sucedió el robo sin robo y el tiro en el abdomen.
Si bien la noticia tiene más de una semana, los médicos de Añatuya la están haciendo circular por correo electrónico, tienen miedo de que todos los que denunciaron este gravísimo delito corran una suerte parecida. O peor.
No se debe olvidar de que esta es la provincia en la que casi 40 presos del penal de varones fueron muertos sin que a las autoridades se les moviera un pelo para investigar cómo fue que sucedió ni quiénes fueron los culpables. Es la provincia de Raúl Domínguez, a quien mataron luego de que denunciara irregularidades millonarias en la dirección de Rentas. Es la provincia que dejó robar a manos a llenas al intendente Julio Alegre y recién se percató de lo que hacía cuando se enemistó con el gobernador, Gerardo Zamora. Este es el Santiago de la periodista Claudia Orozco, a quien la mataron en su casa mientras la justicia trata de que su crimen aparezca como un suicidio.
Por eso, los médicos del hospital de Añatuya hacen circular un correo electrónico. No quieren ser las nuevas víctimas de un gobierno como el de Santiago.
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