martes, 14 de diciembre de 2010

SOLDATI NO DUERME

EL PREDIO TOMADO
Crónica de la guerra social

Por Guillermo Rojas

La cuestión se inicia con la toma del denominado Parque Indoamericano, ubicado en el barrio de Villa Soldati, en el extremo sur de la Capital Federal. Hoy se considera que se trató de una de las mas viles operaciones de baja política del gobierno, que fracasó por la decidida actitud de muchos vecinos del lugar. El costo, de esta nueva fantochada, fue de cuatro vidas y decenas de herido.

Primer momento: Policías contra usurpadores

El día miércoles comenzaron a desembarcar en el lugar centenares de personas de nacionalidad boliviana y paraguaya, posiblemente incitadas por personaje de la mafia de los punteros políticos y “organizaciones sociales” tributarias del kirchnerismo, para que ocuparan el predio de 100 hectáreas que, dicho sea de paso, se encontraba en total estado de abandono.
Los cientos de personas se transformaron en miles acicateadas por personajes de la izquierda amiga del gobierno que se identificaban perfectamente como miembros del Trostkismo y del grupo piquetero Aníbal Verón. Comenzaron a dividir en lotes los terrenos ocupados y a instalar una verdadera toldería en el lugar ante la mirada indignada de los vecinos de los barrios Copello, Nagera y Arturo Illia que se encuentran a la vera de la autopista Dellepiane.
Dicha indignación aumento a niveles inusitados con las inadmisibles declaraciones que realizaban a la prensa los usurpadores a los diferentes canales de TV que se habían apostado en el lugar, que daban a entender en pocas palabras que exigían que les dieran viviendas a todos. La típica petición disparatada de pedir lo imposible y mediante eso presionar para negociar. Las horas pasaban y la paciencia de los vecinos de los barrios circundantes se agotaba. Muchos de ellos acostumbrados a la inseguridad que se vive en esos barrios estaban armados.
El día jueves estallaron los incidentes donde se produjeron dos muertos y un número indeterminado de heridos. Los vecinos no querían en lo más mínimo un nuevo asentamiento miserable en el lugar, caldo de cultivo de delincuencia, prostitución, drogas y degradación del entorno. En esos enfrentamientos, para desalojar el predio, intervinieron efectivos de la Policía Federal y de la Metropolitana. En ese primer momento se trató de usurpadores contra la fuerza del orden. No se logró de ninguna forma forzar a aquellos a salir del lugar

Segundo Momento: vecinos contra usurpadores

El Estado se desentendió del tema con posterioridad, el Poder Ejecutivo Nacional fiel a lo que hace siempre en estos casos retiró
la Policia Federal quedando en el lugar la metropolitana
y comenzaron a “tirarse la pelota” con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en referencia a quien tenia las facultades y los medios para desalojar el predio. La causa penal pasó por cinco jueces y solo un juzgado dictó la medida de desalojar el predio cosa que el Estado Nacional como es su costumbre desconoció y el de la Ciudad Autónoma dijo que no tenía medios para cumplimentarla.
Comenzaron entonces en la mañana del viernes los enfrentamientos a piedras y palazos entre los vecinos de los barrios mencionados y los usurpadores. Se pasaba al segundo momento que era el de ausencia de la fuerza del orden, el ejercicio de la justicia por mano propia y el enfrentamiento entre vecinos y ocupas.
Ya comienzan a verse en las imágenes de la TV los primeros vecinos armados con armas cortas, algunos con las caras tapadas o con capuchas para disimular sus identidades. Los enfrentamientos eran esporádicos y produjeron un nuevo muerto y algunos heridos más en circunstancias confusas.
Los vecinos llaman a las 19 del día viernes a un acto de repudio a la usurpación a realizarse en la rotonda ubicada en Av. Escalada y Castañares, una enorme plazoleta frente a la Dirección de Ecología y Saneamiento de la Ciudad de Buenos Aires de allí parte una calle de unos trescientos metros de largo, que termina en el predio intrusado.
En el lugar se había reunido una importante masa de vecinos con carteles contra Aníbal Fernández, Macri y Cristina Kirchner. Contrariamente a lo que ha ocurrido en actos como los realizados contra la inseguridad últimamente, la gente era solo de la zona. Lo que pensamos que se trataba de un acto pacifista con apelaciones a la democracia y la constitución hechas por algún cura modernista, o ver personas con velas y banderas blancas, salimos sorprendidos.
Asalto al campo principal del enemigo

No había convocantes aparentes que realizaran ningún discurso o leyeran una petición pública y solo una especie de murga con tambores y bombos entonaban estribillos contra los usurpadores, los medios de comunicación y el gobierno. Justamente contra los medios de comunicación había un rencor sordo de parte de los vecinos, por sus coberturas mentirosas y tendenciosas a favor de los ocupas que se siguieron repitiendo hasta hoy: Como siempre destilando un izquierdismo barato y sensiblero solo se ocupaban de los “pobres” usurpadores. Tuvieron estos todos los micrófonos disponibles y en definitiva fue peor para ellos, pues desnudaban inadmisibles y demenciales pretensiones
A las 19.30, esa columna de unas dos mil personas se divide en dos. Una parte se dirige a la autopista Dellepiane sube al puente de Escalada y corta el transito de la misma.
La columna deja un reten en el corte y se dirige nuevamente a la plazoleta donde se junta con los restantes que habían quedado en la plaza. En medio de cánticos de repudio al gobierno y a la Presidenta, al ministro Fernández y a Macri toman la calle que desemboca en el predio ocupado, que esta flanqueada en las dos veredas por rejas del mismo parque usurpado y de la Dirección de Ecología y Saneamiento. Serian unas mil personas encabezadas por jóvenes algunos de ellos con motocicletas que hacían punta en la incursión. Avanzados unos 100 metros se observa una barricada encendida que es la entrada de los terrenos usurpados, detrás de la misma están los ocupas armados con palos, piedras bombas molotov y armas de fuego. Los de las motocicletas penetran, posiblemente disparando con armas al parque retrocediendo los usurpadores al interior del mismo para reagruparse (se escuchan tiros). Allí es donde se producen los muertos y heridos. Detrás de esta gente penetra al campo principal una turbamulta de jóvenes con los rostros tapados y arrojando piedras y palos y quemando los toldos armados precariamente..
Posteriormente y al rearmarse los ocupas, los vecinos retrocedieron en montón sobre sus pasos, perseguidos por los usurpadores que se rearmaron y tiraban con escopetas y piedras. Allí terminaba el combate, pues la mayoría de los incursores volvía a su lugar de origen y quedaba observando expectante desde la vereda de enfrente o desde la plazoleta.
Ausencia del Estado

Las Fuerzas del Estado progresista no solo no se hicieron presentes sino que las de la Metropolitana se retiraron en lo álgido del desorden y la Policía Federal estaba apostada con un patrullero del otro lado de la Dellepiane. La ausencia del Estado como agente de control prevención y represión posibilita el enfrentamiento sangriento, que no se produce por la acción de bandas como afirman desde la presidencia o al gobierno de la ciudad sino por los mismos vecinos armados que están hartos de que se de protección a extranjeros y delincuentes comunes y se desproteja su vida y hacienda. El Estado progresista solo esta presente para los transgresores garantizando la comisión de delitos de diversa índole. Es un agente de caos. Mientras estos sucesos ensombrecían el panorama, en la Casa Rosada la presidenta flanqueada por Bonafini y Carlotto designaba como Ministra de Seguridad a Nilda Garre con lo cual la Policia Federal, Gendarmería y Prefectura pasaban a depender directamente del CELS (Verbitzky, Fundación Ford, Gobierno Británico) el que ya ha cumplido la tarea de terminar con las FFAA. Igual destino les espera a estas Fuerzas de Seguridad, especialmente Gendarmería, de la que el mencionado Verbitzky afirma siempre que es una fuerza que no ha cambiado y que no es democratica.

Conclusión, ulterioridades y apreciación

Finalmente y luego del descontrol del viernes a la noche, se termino en una negociación entre el gobierno central el de la ciudad y un grupo de supuestos representantes de los usurpadores a los que, de forma increíble se les facilitó los micrófonos de la Casa de Gobierno para que desde allí, hicieran proclamas politicas y profirieran todo tipo de amenazas (cortes de calles y nuevas usurpaciones como mínimo) que cumplirian, si no se daban viviendas a los ocupas de Soldati.
Quedo allí en claro que esto se trató de una operación del kirchnerismo contra el insufriblemente inutil Macri, cuando el que llevaba la voz cantante de entre los usurpadores, un delincuente común que purgara varios años de cárcel y que oficia de puntero del gobierno en la villa miseria Ciudad Oculta, se deshiciera en criticas al jefe de gobierno, lo mismo que los demás acompañantes de esta nueva estrella del universo tumbero(*): Posteriormente y de forma mas que aparatosa se desplegó a Gendarmería y Prefectura en el lugar para proteger a los usurpadores.
La prensa se caracterizo por poner entre paréntesis la protesta vecinal, destacando solo lo que venia de los delincuentes asentados en el parque. Prácticamente en ningún momento se cubrió lo que hacían o lo que decían los vecinos. Con lo que se da a entender que puede obedecer a dos causas: ideologismo o simplemente corrupción.
Lo destacable es que en esta oportunidad los damnificados no se limitaron a protestar en una anodina concentración para después retirarse a sus casas, sino que procedieron a combatir. Lo que más allá del saldo trágico de estas jornadas al menos da esperanzas de una reacción. de la población contra los agentes del caos.
Los que decidieron combatir lo hacían con una gran indignación y trenían una alta moral. La mayoría era gente muy joven y decidida.
El día viernes a la noche las luces de los barrios de monoblok circundantes del predio usurpado se mantuvieron prendidas, esa noche Soldati no durmió.


(*) Alejandro “Pitu” Salvatierra: Dirigente de la Tendencia Nacional y Popular del kirchnerismo en Ciudad Oculta vinculado al legislador de la Ciudad Francisco Tito Nenna.

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